El Dr. James A. Levine es un experto en inactividad. Investigador de la Clínica Mayo, recurre a todo tipo de gadgets para saber cuántas calorías queman sus pacientes: desde cápsulas que calculan la composición corporal de las personas que se introducen en ellas, a máscaras que indican la tasa metabólica, pasando por prendas con sensores de movimientos…
Tras años de investigar, ha descubierto el secreto de la gente que nunca engorda: moverse más, pero de forma inconsciente. En una serie de estudios que empezaron en 2005, Levine pidió a un grupo de personas que comieran todo lo que les ponían delante (¡unas mil calorías más que las habituales!), y que NO hicieran nada de ejercicio. Con las calorías bien calculadas, vio que un porcentaje de participantes engordaba claramente, pero que otro no lo hacía. “Esperábamos hallar un factor metabólico secreto, pero no lo encontramos”, explica Levine.
Seis años después, con ayuda de sus gadgets, descubrió la razón: esas personas no engordaban porque tenían una especie de respuesta inconsciente que les impulsaba a moverse más cuando comían más. “No hacían más ejercicio, sino que iban más de un lado para otro, buscaban cosas que hacer o, sencillamente, se movían más incluso cuando estaban sentadas”, aclara el experto. “Al final, vimos que las que engordaban se pasaban sentadas dos horas más al día que las que no ganaban peso”.