sábado, 10 de diciembre de 2016

Cómo controlar las porciones de comida


Consejos para controlar el tamaño de las porciones

El tamaño de una porción es una cuestión objetiva, aunque como consumidores podemos decir que consumimos una porción grande y estamos realizando una valoración subjetiva y por lo tanto, variable, de la cantidad de alimento consumido.
Entonces, para saber qué es una porción, para reducir el tamaño de las mismas, y sobre todo, para no excedernos en la cantidad de alimentos ingeridos, los siguientes consejos serán de gran ayuda:
  • Visualiza las etiquetas: en el etiquetado de alimentos podemos encontrar a qué equivale una ración de producto y podemos utilizar como guía este tamaño. Entonces, por ejemplo: para galletas comeremos entre 3 y 5 unidades, para arroz emplearemos 1/4 taza en crudo, y así sucesivamente.
  • No comas del envase o recipiente: si colmas un recipiente de patatas fritas no comas de allí, sino más bien, aparta tu porción y consume tu ración. Aplica el mismo consejo al comer galletas, no comas del envase sino aparta 3 a 5 unidades según indique el envase qué es una porción y consume una ración, pero guarda el resto del paquete.
  • Divide y triunfarás: si te resulta difícil controlar las cantidades ingeridas y guardar las restantes galletas del envase, lo que puedes hacer es ni bien adquieres el producto, dividir por porciones y guardar los envases con "1 porción" cada uno, así tendrás la seguridad de que no comerás más que lo que contiene el envase y se corresponde con una ración. Lo mismo puedes hacer con carnes fileteadas: compras, divides y congelas, para después simplemente cocinar 1 porción de carne al momento de comer.
  • Evita el picoteo: para tener un mejor control de las cantidades de alimentos ingeridas, evita comer mientras andas o parado mientras cocinas o haces otra tarea, lo mejor para no descuidar las porciones es comer siempre sentado, a la mesa y en horario de la comida.
  • No lleves la fuente de comida a la mesa: sirve en cada plato la ración a consumir y conserva el total de la preparación o la fuente de comida en la cocina, lejos de tu vista, de manera que sólo comas lo que hay en tu plato y no te excedas con la cantidad.